RAMALA | AP y ANSA
El gobierno palestino fijó ayer las elecciones presidenciales para el 9 de enero del 2005, parte del proceso de transición para suceder a Yasser Arafat y renovar el parlamento de Ramala.
El anuncio lo hizo Rauhi Fattouh, "número uno" del legislativo palestino, y que ayer mismo asumió interinamente la presidencia de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en reemplazo del fallecido Arafat hasta las elecciones.
Los aspirantes podrán presentar sus candidaturas por 12 días a partir del 20 de noviembre y la campaña electoral correrá desde el 27 de diciembre hasta el 8 de enero, informó Fattouh.
Asimismo, fuentes palestinas confirmaron que el número uno de la Organización para la Liberación Palestina (OLP), Abu Mazen, es el candidato de Al-Fatah, la mayor organización palestina. El reconocimiento podría impulsar al postulante a un claro favoritismo.
También ayer, el comité ejecutivo de la OLP nombró a Ahmed Qureia, hasta entonces primer ministro, como presidente del Consejo Nacional de Seguridad, función que ejercía Arafat. Por primera vez, el premier palestino dispondrá de plenos poderes de control sobre los servicios de seguridad de la ANP.
JERUSALEN. La ANP gobierna a los palestinos residentes en Cisjordania y la Franja de Gaza. De inmediato, entonces, ha surgido la polémica si los residentes árabes del este de Jerusalén podrán participar de los comicios. Algunos israelíes temen que si permiten votar a los 228.000 residentes árabes, se pueda fortalecer el reclamo palestino de esa ciudad.
El primer ministro israelí Ariel Sharon expresó ayer a su gabinete que no descarta la posibilidad de permitir votar a los palestinos que viven en el este de Jerusalén, dijeron algunos de los participantes del encuentro.
Otros informantes, entre ellos el ministro de relaciones exteriores Silvan Shalom y la ministra de educación Limor Livnat, manifestaron que se oponían a que los árabes del este de Jerusalén votaran.
El gabinete no tomó ninguna decisión y los funcionarios expresaron que el tema seguirá siendo analizado.
Israel capturó el este de Jerusalén —que alberga lugares sagrados para los judíos, musulmanes y cristianos— en la guerra de 1967 y considera a toda la ciudad como su capital. Los palestinos quieren dividir la ciudad, y hacer que el este de Jerusalén sea la capital de un futuro estado independiente.
El primer ministro palestino Ahmed Qureia insistió que los árabes del este de Jerusalén tienen derecho a votar.
Los palestinos buscan que la comunidad internacional presione a Israel para que alivie ciertas condiciones antes de la votación, entre ellas el tema de Jerusalén y la importante presencia militar israelí en Cisjordania.
Las elecciones presidenciales son una prueba clave para los palestinos, que esperan que una transición del poder sin problemas aliente nuevamente la participación internacional en el proceso de paz de Medio Oriente.